El siglo XX es recordado por muchos como la época de la historia que nos dejó dos guerras mundiales, el movimiento nazi y sus terribles campos de exterminio y el miedo a la energía nuclear.
Sin embargo, no siempre nos damos cuenta de que en mitad de tantas desgracias también sucedieron muchas cosas buenas. Entre ellas se encuentra la de haber vivido la «Golden Age» (época dorada) del culturismo, fuerza pero aun una figura esbelta y romana, dejo paso a la masividad muscular a finales de los ochenta en adelante.
La linea que separa estas dos realidades es que la competición Mister Olympia del año 1986 dio a conocer a numerosos culturistas de alto nivel y provocó todo un nuevo empujón en el sector.
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Un poco de historia: el Mister Olimpia
El nombre de Mister Olimpia hace referencia al acto de competición culturista más importante que se celebra en todo el mundo, y que solo admite a los participantes mejor preparados.
El evento fue creado en el año 1965 por Joe Weider, quien soñaba con dar más importancia al mundo del culturismo y premiar a quienes se dedicaban a ello con recompensas económicas que les permitieran vivir de ello.
Desde el momento de su fundación, la competición del Mister Olimpia se ha celebrado sin falta año tras año y ha dado a conocer a personalidades tan importantes para la sociedad como Arnold Schwarzenegger, cuya popularidad le llevó incluso a ser gobernador de California.
El culturista que más veces se ha llevado el primer premio es Lee Haney, con un total de hasta 8 victorias entre los años 1984 y 1991.
La competición se vive con gran intensidad en el sector, que disfruta de toda una semana de eventos conocida como la Olympia Weekend.
De esta manera y durante varios días seguidos, los aficionados al culturismo pueden ver exhibiciones tanto de hombres como de mujeres, conocer a otros aficionados del deporte e informarse de las novedades en métodos de entrenamiento y alimentación.
Los grandes nombres del culturismo
Desde el mismo momento en que alguien se interesa por el mundo del culturismo empieza a oír hablar de los grandes personajes que han marcado un antes y un después en esta disciplina.
Muchos de ellos salieron a la luz durante el Mister Olimpia de los años 80, como es el caso de Gary Leonard, Frank Richard, Edward Kawak, John Terilli, Ron Love, Bertil Fox, Peter Hensel, Albert Beckles, Mike Christian o Rich Gaspari, entre muchos otros.
Mientras que algunos creen que los cuerpos de aquel entonces estaban algo por debajo de lo que pueden lograr los culturistas en la actualidad, otros muchos afirman que la edición del 1986 ofreció una calidad y variedad de cuerpos que no ha vuelto a alcanzarse en las décadas posteriores.
En cualquier caso, está claro que aquel 11 de octubre sucedió algo especial en el Veterans Memorial Auditorium de Columbus (Ohio), el lugar donde tuvo lugar la exhibición.
La imagen del culturista
A raíz de aquella histórica edición Mister Olimpia 1986 empezó a hablarse mucho sobre la imagen del culturista, así como acerca de su simbología y de los aspectos positivos y negativos que esta práctica deportiva supone para el cuerpo.
Las entrevistas realizadas a los grandes del sector revelan que estos hombres encuentran una motivación en la exhibición y reconocimiento de sus cuerpos, y que esto mismo es lo que les empuja a seguir mejorando y entrenando duramente día tras día.
Igualmente, mucho se ha hablado sobre el consumo de sustancias químicas como vía para lograr este aspecto de músculos totalmente definidos, algo que sólo es posible al eliminar totalmente la grasa que habitualmente los protege y recubre.
Algunos culturistas reconocen saber los peligros del consumo abusivo de anabolizantes y otras sustancias, pero afirman que es posible encontrar un equilibrio entre el consumo de ciertos complementos alimenticios y las estrictas sesiones de entrenamiento.
Lo cierto es que una gran parte de la labor del culturista es ser muy cuidadoso con su dieta, tanto si decide tomar complementos alimenticios como si apuesta por un culturismo natural.
En ambos casos deben incluir muchas proteínas en sus platos, que provienen de alimentos de gran calidad como los huevos, el pollo o el atún.
También es importante que incluyan la fibra de la avena y las verduras. En total, un culturista profesional puede consumir entre 4.500 y 6.000 cada día.
Míster Olympia de 1986
Aquel año la competición más importante del mundo paso de ser una vibrante exhibición, a ser considerada la mejor competición de la historia del culturismo, todavía enmarcada en la Golden Age, abriendo la puerta al culturismo neogenesis o hipermasivo.
El claro dominador en aquella época fue Lee Haney, también ganador del legendario Olimpia del 86, aquel año estuvieron en el entarimado, leyendas como:
1986 Mr. Olympia (resultados)
1 Lee Haney, USA.
2 Rich Gaspari, USA.
3 Mike Christian, USA.
4 Albert Beckles, Inglaterra.
5 Berry de Mey, Holanda.
6 Peter Hensel, Alemania.
7 Bertil Fox, Inglaterra.
8 Ron Love, USA.
9 John Terilli, USA.
10 Josef Grolmus, Alemania.
11 Tom Platz, USA.
12 Jusup Wilkosz, Alemania.
13 Eduardo Kawak, Líbano.
14 Frank Richard, Inglaterra.
15 Gary Leonard, EE. UU.
El legado de Mike Christian y Rich Gaspari
Uno de los nombres que sin duda alguna sonaron con más fuerza tanto durante como después del Mister Olimpia 1986 fue el de Mike Christian.
Aunque el jurado decidió dejarle en la tercera posición de dicha competición, lo cierto es que su cuerpo era el más similar al de los culturistas que encontramos en la actualidad.
Muchos alababan la impresionante simetría de sus músculos, y es que llegó a ganar hasta 5 eventos profesionales a lo largo de su breve pero intensa carrera.
Al tratar de encontrar por qué de su volumen y definición eran tan superiores a los de sus competidores, los entendidos del sector lo atribuyen a una predisposición genética única, que le ofrecía una excepcional base sobre la que trabajar.
La carrera de Mike Christian, además, debe verse como una constante competición con el culturista que quedó en segundo lugar en el Mister Olimpia de 1986: Rich Gaspari.
Este último era conocido con el mote de «El Asesino del Dragón», y quedó segundo hasta en tres ocasiones en diferentes ediciones de esta competición.
Contrariamente a lo que sucedía con su compañero, Gaspari consiguió superar con entrenamiento una condición física genética que no le favorecía a la hora de ganar musculatura.
Lee Haney, el ganador indiscutible
Pero si queremos hablar de ganadores debemos mencionar a Lee Haney. Fue él quien se llevó el primer premio en la edición de Mister Olimpia 1986, y es que cuando era apenas un adolescente ya tenía claro su futuro.
Su objetivo en la vida era obtener un cuerpo más definido que el del inigualable Arnold Schwarzenegger, algo que aún tratan de debatir miles de personas de todo el mundo.
Lo cierto, sin embargo, es que una gran cantidad de competiciones oficiales le reconocieron el mérito con un puesto en las partes altas del pódium. De hecho, incluso el famoso Hugo Van Damme declaró abiertamente que Lee Haney había sido el mejor culturista de la historia.
El papel que tuvo en los actos de exhibición, junto al de competidores tan potentes como Mike Christian y Rich Gaspari, nos han llevado a declarar que los años 80 fueron la «Golden Age», la mejor época del culturismo.
Finalmente, Lee Haney nos deja otro ejemplo de que los protagonistas del culturismo también se dan a conocer en otros ámbitos de la sociedad.
Su fama le ha permitido tener su propio programa de televisión, el «TotaLee Fit with Lee Haney», donde disfruta difundiendo sus conocimientos sobre la manera en que él ha crecido tanto de forma física como espiritual a lo largo de los años.
También ha participado en otros shows televisivos, e incluso ha encontrado tiempo para sacarse una carrera en psicología en la Universidad Metodista del Sur (Texas, Estados Unidos).
Hasta aquí un breve repaso a los hilos de historia del culturismo, en el que cada uno siente su momento culmen, maravilloso, mejor o más ideal. Afortunadamente hay gustos para todos, épocas doradas, cuerpos finos, masivos o simplemente perfectos. ¿Cuál eliges, Golden Age o de nuevo siglo?
¡Gracias por leernos!